jueves, 20 de noviembre de 2014

CONCLUSIONES DE LAS PRÁCTICAS

Las conclusiones que los tres sacamos son variadas, pero todos coincidimos en que pasamos un buen rato con una clase de Física más amena y diferente desde el punto de vista de que no solíamos bajar al laboratorio en casi ninguna asignatura, lo que se agradece de vez en cuando, porque aprendemos de manera distinta. Pasamos un buen rato en el laboratorio realizando por grupos las prácticas a la vez que aprendíamos cosas nuevas sobre las disoluciones, las precauciones en el laboratorio, cómo realizar y seguir debida y cuidadosamente los pasos indicados, y también sobre los ácidos y las bases, el pH, o indicadores del mismo, desde el papel de tornasol hasta indicadores tan simples y caseros como el caldo de lombarda.

En cuanto al tiempo, al final de la hora nos desempeñábamos con mayor facilidad y rapidez, y fuimos adquiriendo coordinación. Nos ayudó el trabajar bien el grupo sin ninguna discusión y el saber cada uno su parte a su debido tiempo para darnos prisa y hacerlo a la vez bien y poder conseguir hacer lo mandado. La segunda práctica, del uso del indicador de caldo de lombarda, fue más rápida, porque ya teníamos hechas las disoluciones antes realizadas de las cuales partiríamos para empezar esta segunda actividad; en la primera tardamos algo más por esta misma causa de tener que hacer tres disoluciones (cloruro de sodio, bicarbonato sódico y cloruro de magnesio). Por falta de tiempo no pudimos hacer la mezcla de ácidos y bases ya explicada, ni hacer la práctica del caldo de lombarda con un indicador llamado tintura tornasol.

Pudimos comprobar la acidez o basicidad de las distintas disoluciones en función del color del papel de tornasol al tocar con la varilla mojada en la disolución y en función del color que adquería el caldo de lombarda al vertir pequeñas cantidades de las disoluciones en tubos de ensayo con cuentagotas, y también corresponder los colores de la primera práctica con el nivel de pH de la disolución gracias a una tabla dada. Así, nos quedó claro que en algunas disoluciones los colores del papel de tornasol y del caldo de lombarda coincidían, pero en otras no, lo que favorecía la confirmación de nuestra idea de que al ser diferentes indicadores de pH ambos colores podrían ser distintos pese a referirse a la misma sustancia. Esta fue la mayor duda que nos surgió, el resto (si lavar todos los utensilios empleados cada vez que los usábamos, si añadir la misma cantidad de agua en el vaso de precipitado en todas las disoluciones antes de realizarlas, si añadir más o menos cantidad aproximada de caldo de lombarda en los tubos de ensayo...) las resolvimos allí de inmediato preguntando al profesor o gracias a la ayuda de otros grupos.
Nos llamó la atención también la rapidez con la que el caldo de lombarda cambiaba de color dependiendo de las disoluciones que echásemos (aunque es cierto que no había grandes diferencias), y lo consideramos una duda más porque no sabemos si se debe a las propiedades o características de los componentes de cada disolución, a que en unos casos echamos más gotas de disolución que en otras...

Por último, simplemente nombrar algún problema que nos surgió derivado de las dudas que si lo hubiésemos previsto quizás son hubiese ayudado a realizar las prácticas con mayor ligereza, como el hecho de que deberíamos de haber leído lentamente y antes de subir al laboratorio las hojas dadas de guía, y en grupo, para hablar sobre los posibles problemas que nos surgirían; creemos que habiéndolo leído en grupo hubiera sido más fácil terminar antes y desenvolvernos mejor al conocer cada cosa que haríamos después. Este problema se contrarrestó con que hicimos bien en antes de subir al laboratorio, distribuir equitativa y temporalmente las tareas de manera que los tres quedásemos conformes y pudiésemos realizar el trabajo de la mejor manera posible.















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